Superó a Hanfmann en tres sets (6-2, 6-3, 6-4)

Nadal sigue imparable y ya está en tercera ronda de Australia

Rafael Nadal superó la segunda ronda del Open de Australia, después de derrotar al alemán Yannick Hanfmann en tres sets (6-2, 6-3, 6-4)

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Nadal
Rafael Nadal celebra una victoria en el Open de Australia. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Rafa Nadal suma y sigue en el Open de Australia, donde está alcanzando la deseada velocidad de crucero que le permita competir de tú a tú con los mejores en las rondas decisivas. Por el momento, el tenista español ya está en tercera ronda, a la que llega tras derrotar, de nuevo de forma clara, a un Yannick Hanfmann que no fue rival para un ultracompetitivo Nadal, metidísimo en el torneo y cada vez con mejores sensaciones que deparan el optimismo entre sus seguidores.

La victoria, cerrada en 6-2, 6-3 y 6-4 en dos horas y 39 minutos, tuvo más contenido del que dice el resultado gracias al buen papel de Hanfmann, cuya posición en el ranking –126 de la ATP– esconde el talento que atesora y que cuando puede mostrar con regularidad sobre el tapete le hace un rival muy peligroso. El alemán, que cuenta con una historia de superación tras de sí debido a sus problemas de audición, peleó en cada juego del primer set y llegó a tener opciones de rotura en dos con el servicio de Nadal, pero el poderío del manacorense haría inerte su lucha por llevarse la manga inaugural.

Decíamos que Hanfmann había tenido opciones de break en dos juegos de Rafa, pero sería el manacorense el que asestaría sendos golpes para cerrar el parcial por 6-2 y disolver las dudas sobre un comienzo de partido en el que dejó luces y sombras, con ciertas dificultades con el servicio. Sin la mayor regularidad pero con un resultado inapelable, Nadal tomaba ventaja y se postulaba, aún más si cabe, como favorito a la victoria.

A partir de aquí, cada juego de Hanfmann supuso un sufrimiento desmesurado, con oportunidades de rotura de un Nadal que estuvo excelso en la construcción de estas, pero irregular en su ejecución. El manacorí se desesperó en más de una ocasión por las oportunidades perdidas, pero estas eran tantas que por su propio peso acabarían cayendo de forma equitativa durante el resto del partido.

Nadal echa el resto

Era un gran Rafa al resto, devolviendo la primera pelota muy atrás como es habitual y a partir de ahí buscando las alturas y la derecha de Hanfmann, el punto más irregular del juego del alemán. Pese a sus más de 190 centímetros de altura, el rival de Nadal no era un coloso al servicio y ello le acabaría penalizando, tras aguantar lo indecible en los primeros juegos, hasta ver como Nadal le rompía para poner el 6-3 en el luminoso del segundo.

Ya sólo quedaba un set para cerrar el partido, con las dos horas de juego ya amenazando y dotando del ritmo necesario a Nadal. No olvidemos que los primeros partidos resultan un trámite para muchos pero en el caso del español y teniendo en cuenta la inactividad y las instancias de temporada, florecen como una ocasión de sumar kilómetros de competición a piernas y brazos antes de chocar contra los principales favoritos al título.

A la quinta fue la vencida

Nadal arriesga más de la cuenta en algunos golpes, prueba posiciones en otros, entra al choque en la volea y se frustra cuando algo no sale bien, pero todo es parte del proceso que permite un dominio claro del marcador y la mirada puesta en el más allá. Hanfmann lo había comprobado y soltaba en el tercero sus últimos golpes, magníficos en repetidas ocasiones en el revés, pero veía cada vez a un Rafa más rápido y por consiguiente menos asequible para su tenis.

Una nueva rotura de saque de Nadal ponía las cosas cuesta arriba también en lo tangible y desde entonces, ya sin dudas en el servicio, hizo que el español se limitara a sumar sus juegos antes de sellar, con cierta brillantez y a la quinta pelota de partido, su pase a la tercera ronda del Open de Australia, donde le espera el ganador del choque entre el francés Bonzi y el ruso, plata olímpica en Tokio, Karen Khachanov.

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